¿Cómo saber cuándo debes llevar a tu hijo/a al nefrólogo pediatra?

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Los nefrólogos pediatras somos médicos pediatras que nos encargamos de cuidar a los niños desde la infancia hasta la adolescencia con enfermedades en los riñones, las vías urinarias, presión arterial alta o que tienen factores de riesgo para tener enfermedades en cualquiera de estos órganos; por ejemplo, los niños que tienen enfermedades del corazón, del hígado, del sistema endocrino (obesidad, diabetes, etc.), enfermedades autoinmunes (en las que las células de defensa propias atacan el cuerpo), entre otras.

Los riñones son órganos fundamentales que se encuentran en el abdomen, tienen forma de un frijol y un tamaño aproximado del puño de la mano; habitualmente son dos (uno a cada lado de la columna vertebral, cerca de la parte media de la espalda), pero en algunas ocasiones los niños pueden tener solo uno, los dos riñones pero fusionados o incluso en otro lugar diferente al habitual.

Generalmente creemos que lo único que hacen los riñones es producir la orina; pero en realidad, los riñones son órganos maravillosos que trabajan en muchas funciones :

  1. Los riñones producen la orina que es eliminada a través del tracto urinario (los uréteres, la vejiga, la uretar). Lo que nos sobra de agua y las toxinas que resultan de todo nuestro metabolismo se eliminan del cuerpo a través del riñón que funciona como un filtro.
  2. También regulan la presión arterial a través de algunas hormonas que producen.
  3. Intervienen en el control de las sales (electrolitos) en el cuerpo como el sodio, potasio, fósforo, cloro, calcio y magnesio.
  4. Regulan el equilibrio entre los ácidos y las bases en el cuerpo para evitar el exceso de acidez en la sangre.
  5. Controlan la producción de los glóbulos rojos de la sangre (eritrocitos) en la médula ósea.
  6. Contribuyen con la regulación del calcio de la sangre al hacer parte del proceso de producción de la Vitamina D. Esta vitamina es necesaria para dar estabilidad a nuestros huesos.

Es por esto que cuando el riñón deja de funcionar muchos sistemas del cuerpo de los niños se afectan. El principal problema con esto es que muchas de las enfermedades de los riñones son silenciosas en etapas tempranas; por lo que es frecuente que se diagnostiquen tardíamente, a menos que se haga un seguimiento temprano a los niños que tienen factores de riesgo para sufrir de enfermedad del riñón como:

  • Haber nacido con muy poco peso o prematuro
  • Tener obesidad, desnutrición, trastornos de la conducta alimentaria.
  • Sufrir de d
  • Tener la presión arterial alta.
  • Tener enfermedades del corazón, del hígado, autoinmunes.
  • Nacer con malformaciones de las vías urinarias y de los riñones.
  • Tener antecedentes de daño agudo del riñón como las infecciones, las pérdidas masivas de sangre, los traumas de la vía urinaria.
  • Haber usado medicamentos que afectan el riñón: Analgésicos, antibióticos, medicamentos de quimioterapia, medicamentos para la falla cardíaca.
  • Otras enfermedades hereditarias como los quistes de los riñones, síndrome de Alport, entre otras.

En cualquier caso, teniendo estos factores de riesgo, es necesario contar exámenes de laboratorio para confirmar si hay daño en el riñón y ver la gravedad de este daño. Adicionalmente en casa, hay algunos signos de alarma que puedes identificar y deben llevarte a consultar a nefrología pediátrica como por ejemplo:

  • Hinchazón alrededor de los ojos, rostro, pies y tobillos (también conocido como edema).
  • Fiebre sin una causa clara.
  • Ardor, dolor u otras molestias para al orinar.
  • Incremento o disminución significativa en la frecuencia de orinar.
  • Sangre en la orina.
  • Piedras en la orina.
  • Infecciones urinarias a repetición.
  • Dificultar en controlar la orina en los niños/as que son lo suficientemente grandes.
  • Palidez persistente o color terroso en la piel.
  • Deformidades en los huesos o trastornos en el crecimiento.

Es importante que si tu hijo presenta alguno de estos síntomas o algún factor de riesgo sea valorado tempranamente por pediatría y nefrología pediátrica, ser examinado, tomar los exámenes pertinentes y ser diagnosticado. Recuerda que la prevención es la mejor manera de cuidar los riñones de los niños.

Artículo escrito por la Dra. Carmen Rodríguez, Nefróloga Pediatra de Bogotá.

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